RESEÑA:
La lucha por la supervivencia, más aún en el contexto de una guerra, es una experiencia intransferible. ¿Alguien se animaría, acaso, a juzgar a quien, estando a merced de morir en cualquier momento, se aferra a la única oportunidad de salvarse? ¿Qué sensaciones, pensamientos, pasarán por la cabeza, por el cuerpo, de una persona que no sabe si aún está vivo o muerto? ¿Cómo es el tiempo, o su percepción, en esos instantes de confusión?
Esta novela, que no es lineal, prolija ni racional (y en la que se dejan oír las voces de Borges y Cortázar, entre otras), ofrece un argumento inquietante y verdaderamente tentador para cualquier lector o lectora.
López es un soldado raso del ejército negro que sobrevive milagrosamente en un pelotón de fusilamiento y logra huir en medio del caos y la confusión. En este derrotero se topa con un arma y un uniforme militar que lleva bordado, casualmente, su apellido.. pero con un pequeño detalle: es de color naranja, el color del enemigo. Así, con esta nueva identidad que deberá construir rápidamente, se topa con un grupo de soldados de su, ahora, nuevo bando, frente a los cuales comienza la simulación. Con el paso de los días y persiguiendo un objetivo común (evitar ser capturados por el enemigo), el grupo se integra cada vez más y los vínculos se generan de manera espontánea, incontrolable.
Días después, todos sus compañeros mueren a manos de un francotirador y López es, una vez más, el único que sobrevive. Salvajemente herido, e inconsciente, es llevado al hospital y allí mismo lo condecoran y ascienden a sargento del ejército naranja por considerarlo héroe de guerra.
No estamos todavía a la mitad de la historia y lo que sucede, a partir de acá, es tan confuso como inesperado (“épico”, dirán los más jóvenes): un juego constante de espejos y repeticiones que son narrados con la seguridad y firmeza de un escritor avezado (del que nadie sospecharía que esta es su primera novela). Por último, y no menos importante. los vínculos humanos, que en determinados contextos cobran la autenticidad de la urgencia, son, de lo más destacable de la historia:
“Si tuviera la oportunidad de congelar el tiempo y quedarse ahí para siempre, piensa, suspendido entre dos mundos, la tomaría sin dudar. Al fin y al cabo, es más fácil querer a la distancia.”
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